Se calcula que cada año padecen cáncer unos 400 000 niños y adolescentes de entre 0 y 19 años.

El cáncer es una preocupación para todos, pero tomar medidas preventivas desde la infancia puede marcar la diferencia en la vida de los niños. En este artículo, exploraremos consejos y hábitos que pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer en los más jóvenes.
En los países de ingresos altos, donde en general hay acceso a servicios de atención integral, más del 80% de los niños afectados de cáncer se curan, pero en los países de ingresos bajos o medianos se curan menos del 30%.
1. Dieta Saludable: Una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros proporciona nutrientes esenciales y antioxidantes que protegen el cuerpo contra el cáncer. Limitar el consumo de alimentos procesados y azucarados es clave.
2. Actividad Física Regular:
Fomentar la actividad física desde una edad temprana no solo mantiene a los niños en un peso saludable, sino que también reduce el riesgo de varios tipos de cáncer en el futuro.
3. Protección Solar:
La exposición excesiva al sol puede aumentar el riesgo de cáncer de piel en la edad adulta. Enseñar a los niños a usar protector solar, ropa protectora y a evitar la exposición solar intensa puede prevenir daños en la piel.

4. Evitar el Tabaco:
La exposición al humo de segunda mano y el tabaquismo activo son factores de riesgo para el cáncer. Mantener a los niños alejados del humo del tabaco es esencial.
5. Vacunación:
La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) puede prevenir ciertos tipos de cáncer en la edad adulta. Asegurarse de que los niños reciban las vacunas recomendadas es fundamental.
6. Control de Sustancias Tóxicas:
Limitar la exposición a sustancias químicas tóxicas en el hogar y en el entorno puede reducir el riesgo de cáncer. Usar productos de limpieza naturales y evitar pesticidas es esencial.
7. Educación en Salud:
Enseñar a los niños sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable y los riesgos asociados con ciertos comportamientos puede ayudar a tomar decisiones informadas en el futuro.
8. Revisiones Médicas Regulares:
Programar exámenes médicos regulares puede detectar problemas de salud a tiempo y permitir intervenciones tempranas si es necesario.
Conclusión:
Los cuidados preventivos en la infancia pueden marcar una gran diferencia en la salud futura de un niño. Fomentar una dieta saludable, actividad física regular y la adopción de hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de cáncer en la edad adulta. La educación y el apoyo son fundamentales para garantizar que los niños crezcan con una base sólida para una vida saludable y libre de enfermedades.
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